Lo primero es preparar tu coche para que pase el invierno sin resfriarse. Esto se traduce en que has de realizar un correcta puesta a puntodel coche. Si prefieres llevarlo a un taller, mira nuestros consejos para escoger un buen taller de vehÃculos. 
Además, asegúrate de que llevas contigo todos los objetos necesarios: junto a lo obligatorio (el chaleco, triángulos, un juego de luces de repuesto y una rueda de emergencia), conviene que lleves una linterna, la baterÃa del teléfono móvil cargada por completo, agua, ropa de abrigo, guantes, una manta, un kit de primeros auxilios y el depósito lleno.
Si tienes pensado realizar un viaje, antes infórmate sobre el estado de las vÃas; puedes consultar algunas webs, como la de la DGT (www.dgt.es) o el RACC. 
Si la previsión meteorológica es muy mala, quizá sea mejor anular el viaje o realizarlo en otro momento. Si, a pesar de todo, te ves atrapado por la nieve, recuerda las recomendaciones de Protección Civil:
 - Permanece dentro del coche.
 - Mantén el motor del vehÃculo encendido y la calefacción puesta, y abre de vez en cuando las ventanillas para que se renueve el aire.
 - No te quedes dormido.
 - Comprueba que la salida del tubo de escape se mantiene libre para evitar que el humo penetre en el habitáculo.
 - Sintoniza la radio, ya que estará informando de las predicciones meteorológicas, el estado de las carreteras y las indicaciones oficiales que  se estén dando.
Una vez en carretera, y aunque suene a tópico, recuerda que lo importante es llegar. Reduce la velocidad y pon en práctica nuestros consejos en este vÃdeo para conducir en una superficie deslizante.
Échale también un vistazo a nuestros consejos en este vÃdeo sobre conducir durante un temporal.
Además, conviene que tengas en cuenta otros consejos que lanzan desde clubes de automovilistas como el Race o el Racc ante la conducción en invierno sobre superficies deslizantes:
 - Evita el cambio de carriles y los adelantamientos si no son imprescindibles.
 - Sigue el trazo de las roderas de otros vehÃculos para reconocer con mayor facilidad el recorrido de la carretera y las maniobras que han  realizado otros coches (como, por ejemplo, el trazado de una curva, o para detectar obstáculos en la carretera como piedras).
 - No frenes, ni des volantazos bruscos para controlar el coche, ya que es lo que puede volverlo indomable. Lo mejor es conducir de forma  suave y anticiparte para tener tiempo de reacción.
 - Si la carretera está helada, aumenta la distancia de seguridad.
 - En carreteras heladas o cuesta abajo reduce a una marcha menor antes de lo habitual; asà podrás reducir de velocidad sin brusquedades.
Uno de los mayores problemas de esta época del año es la visibilidad. En invierno hay menos horas de luz, a lo que se suman fenómenos como la lluvia, la niebla... Por ello, conviene que tengas en cuenta los siguientes consejos:
Antes de arrancar, limpia tu coche de posibles restos nieve, hielo o barro pegados en techo, cristales... Además, lÃmpialo en el túnel de lavado regularmente.
Limpia los faros; la suciedad no deja pasar la luz. Y no te olvides de los traseros o de los mosquitos y otros insectos.
Cambia las lámparas de los faros. Aunque se funda sólo una, sustituye las dos. Ten en cuenta que trabajan de forma simétrica.
Deshiela el parabrisas antes de arrancar. Si es necesario, acciona la luneta térmica.
Evita la humedad: si se mete agua en el coche, los cristales se empañan rápidamente.
Recuerda que con lluvia intensa o nevada, es obligatorio el uso de las luces antiniebla.
Anticongelante: Es vital para la protección de circuito de refrigeración. Lo mejor es que utilices el que tenga el rango UNE más alto, y que lo cambies cada dos años o cada 40.000 kilómetros.
Neumáticos: Revisa el mantenimiento de los neumáticos, la presión y el dibujo de tus gomas (en invierno no deberÃa ser inferior a 3 mm). Y si, a pesar de sus ventajas, no montas neumáticos de invierno, no te olvides de llevar unas cadenas en el maletero. Atención con los neumáticos gastados, evita sustos.
BaterÃa: Comprueba que su nivel de carga es el adecuado antes de salir. Revisa los bornes; una vez limpios, y para evitar que se forme sulfato sobre ellos, úntalos con grasa especial.
BotiquÃn: Nunca se sabe en qué situación te puedes llegar a encontrar. Por ello, lleva un kit de primeros auxilios con gasas, alcohol, algodón, esparadrapo... Además de agua, una manta y el móvil siempre cargado.
Lleva las pinzas: Imprescindibles todo el año, pero con más motivo en invierno. Y es que el frÃo descarga las baterÃas; su temperatura óptima de funcionamiento es de 25º C.
Los limpiaparabrisas: Cámbialos si hacen ruido al funcionar o dejan surcos. No olvides rellenar el depósito del lavaparabrisas con detergente. Puedes añadirle un poco de anticongelante rebajado.
Accesorios de emergencia: ¿Valen las cadenas que tienes para tus neumáticos? ¿El extintor ha caducado?  ¿Recuerdas si la linterna lleva pilas? No te olvides de revisar el estado de los accesorios de emergencia.
Los aislamientos del coche: Existen productos que mejoran la estanqueidad de las gomas que aÃslan las puertas y el maletero. Si el paso del tiempo ha hecho ya mella en ellas, cámbialas.
El aceite: Si es el momento de cambiar el aceite de tu coche, y vives en una zona frÃa, lo mejor es que optes por uno de viscosidad baja (5W-40). Asà mejorarás la resistencia del motor.
Cables y bujÃas del coche: Al menos en invierno deberÃas revisar a fondo toda la mecánica de tu coche. Levanta el capó, y como si fueras Sherlock Holmes, busca posibles cables pelados y comprueba el estado de las bujÃas.
Amortiguadores: Si quieres dejar tu coche a punto, no puedes pasar por alto revisar sus amortiguadores. Para saber cuándo hay que cambiarlos, pon tu peso sobre el capó; si tarda en recobrar la posición, es el momento.
Calefacción: Imagina que la falla en mitad de la montaña... RevÃsala. Comprueba también el aire acondicionado, las lunetas térmicas, el alternador y la correa del circuito eléctrico.
Si el coche se 'va de morro' debes:
- Prevenir: entra en la curva a una velocidad moderada y suelta gas para no deslizar
 - No girar demasiado el volante  para que las ruedas no soporten demasiada fuerza centrÃfuga
- Corregir: si notas que el coche se va ‘de atrás’, mantén la calma: actúa con rapidez, pero sin brusqueda.
- 'Contravolantear’: gira el volante hacia el lado contrario hasta que notes que el coche se coloca bien
- Esperar: no te preocupes si el coche se cruza un poco, si asà evita un ‘latigazo’ hacia el lado contrario
 - No acelerar ni frenar. Lo que sà debes hacer es pisar el embrague a fondo para descargar peso de delante
.
En caso de que patine la parte trasera:
- Prevenir: el tren delantero no obedece a la dirección. Para prevenir, modera la velocidad.
- Lo mejor es tomar la curva lentamente y lo más abierto posible: las ruedas tardarán más en patina.
- No corrijas: si, a pesar de todo,  el coche ‘se va de morro’, no forcejees: empeorarÃas la situación.
- Si sueltas el volante  o cierras más el giro, te saldrás de la vÃa. La consigna es mantener la posición.
- Espera: según vaya yendo más lento, las ruedas recuperarán el agarre al asfalto.
- No pises ningún pedal. Cuando todo haya terminado, puedes pisar el acelerador poco a poco.
Lo principal es evitar las reacciones bruscas y usar marchas largas. Cuesta arriba y en llano, usa una marcha más larga de lo habitual y deja distancia con el coche que te precede. Además, evita adelantamientos. Cuesta abajo, retén el coche con marchas cortas, usa el embrague suavemente y pisa el freno lo menos posible.
Aminora la velocidad y mantén un régimen alto de revoluciones en el motor para mantener la trayectoria. Sujeta con fuerza el volante y realiza movimientos suaves. Circula por el centro del carril, y extrema la precaución al adelantar (especialmente si es un vehÃculo grande, como un camión) y al salir de túneles.
En este vÃdeo, te resumimos los consejos para preparar tu coche para el invierno: