Los charcos son auténticos peligros en la ciudad cuando, sobre todo, llegan las grandes trombas de agua propias de esta época del año.
Las grandes trombas de agua que caen en otoño, puede que incluso más importantes que las caÃdas en primavera e invierno, a veces, pueden esconder graves consecuencias traducidas en grandes charcos, todo un peligro en la ciudad. ¿Por qué motivo? Cuando caen muchos litros de agua por metro cuadrado en una zona determinada, es fácil que las corrientes fluviales se desborden y que, al mismo tiempo, los sistemas de canalización y desagüe queden inutilizados. Además, en esta época del año, las hojas que caen de los árboles favorecen estos problemas.
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Piscinas urbanas: los charcos son auténticos peligros. Foto: AUTO BILD España.
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Por tanto, aunque en ciudad vayas maÌs despacio que en carretera, pisar grandes charcos tambieÌn es un peligro, tanto para la seguridad vial como para la integridad mecaÌnica de tu automoÌvil. Por ello, cuando te pongas al volante , aunque sea un trayecto corto y conocido, ten en cuenta estos consejos:
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-No subestimes los charcos. Por poco profundos que te parezcan, tu coche podrÃa quedarse encallado en cualquiera de ellos por pérdida repentina de tracción. Asà sucedió pocos minutos después de tomar la fotografÃa que ilustra este práctico.
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-Mejor esquivar. En la misma calle, hubo conductores más avispados que se detuvieron ante la zona crÃtica, esperaron a que pasara el coche que venÃa en sentido contrario (tenÃa la prioridad), ponÃan el intermitente izquierdo para señalizar la maniobra y pasaban por la zona menos inundada (algo perfectamente legal). Y es que si el agua penetra en el motor, directamente o por el tubo de escape, la mecánica podrÃa quedar inservible.
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-Badenes y socavones. En ocasiones, el agua acumulada esconde un resalto o un agujero que podrÃa destrozar su vehÃculo, sobre todo, si coges carrerilla para pasar el charco. Es fácil dañar el cárter, una rueda, o, incluso, los neumáticos.
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La mezcla de hojas, tierra y agua inutilizan muchas alcantarillas. Vigila esto también en tu garaje. Foto: AUTO BILD España.
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-Aumenta la distancia de seguridad. Aunque alguien te hubiera advertido de antemano sobre las dificultades que te vas a encontrar, puede que otros usuarios de la vÃa cambien de dirección repentinamente o peguen un frenazo. Los charcos son un peligro; además, recuerda que la distancia de frenado con agua aumenta.
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-Cuidado con los peatones. No basta con extremar las precauciones y tener presente que en lluvia todos los viandantes tienden a hacerse invisibles. Aunque vayan por la acera, procura no salpicarlos con los charcos.
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-Vadeos. Si, pese a todo, no tienes más remedio que pasar por el charco, hazlo con decisión, pon una marcha larga y no dejes de acelerar suavemente, para no perder tracción.