Cambio de filtros y eliminacioÌn de la humedad. ¿Cómo lo ves?
La llegada de la primavera puede traer consigo desagradables apariciones dentro de tu vehÃculo, asà que aquà tienes unos consejos para que tú mismo puedas cambiar el filtro del polen y, de paso, puedas hacer frente a la humedad... y combatir, aunque sea un poco, la alergia al polen. Por cierto, aquà te dejo más información sobre la alergia al polen, también conocida como alergia primaveral.
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Además, al cambiar los filtros, podrás hacer frente a la humedad que se forma en los cristales, aunque esto depende principalmente de la región geográfica en la que te encuentres y de la temperatura. Cuanto más calor hace, mayor es su capacidad para contener pequeñas gotas de agua en suspensión y viceversa. AsÃ, por ese motivo, la condensación aparece siempre en las zonas sobre las que el aire se enfrÃa con rapidez, como el parabrisas y las ventanillas.
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Además del cambio de filtros del polen, cuyo paso a paso puedes ver en la galerÃa de este práctico, una primera medida para mitigar este fenómeno puede ser mantener estas superficies siempre lo más limpias posibles. El motivo es que las partÃculas de polvo actúan como el papel absorbente, al atraer hacia sà el agua y facilitar que se precipite en gotas cada vez de mayor tamaño.
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Ajusta el climatizador
Si tus cristales se empañan en exceso puede deberse a una fuga en el radiador, cosa que se comprueba mirando debajo del capó con el motor encendido. Pero lo normal es que el vaho en las lunas del coche aparezca simplemente porque fuera hace frÃo y dentro hay más calor y humedad. Antes de limpiar la condensación con un paño -cosa que no sirve de nada- o peor, con la mano, prueba a usar el climatizador para modificar esas condiciones. Para ello, enciende la ventilación en frÃo o el aire acondicionado (sale mucho más seco que el del habitáculo), y orienta la luneta térmica. Si vives en una zona de clima árido, como el centro de la PenÃnsula, también vale con un abrir un poco la ventanilla, siempre que el dÃa esté despejado.
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Prevención de la humedad
Antes de cambiar los filtros contra la humedad, puedes ahorrar tiempo y dinero también vigilando que no entre agua dentro del habitáculo o en otras partes del vehÃculo. Si hay agua en el coche, lo más probable es que la hayas introducido tú al entrar mojado. EvÃtalo en la medida de lo posible y usa una alfombrilla de plástico, al menos en los dÃas de lluvia. AsÃ, la humedad no impregnará el tejido que recubre el suelo. Si la cosa ha llegado a mayores por, por ejemplo, dejarte una ventanilla abierta en un dÃa de tormenta, puedes emplear un secador para la tapicerÃa de los asientos y un calefactor para retirar los restos de humedad del habitáculo.
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Vigila que no quede agua en los diferentes desagües que tiene el coche.
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Limpia todos los rincones de los huecos del motor y no te olvides de aspirar los más cercanos a los conductos de ventilación, que es donde se acumula la humedad y puede terminar siendo enviada al interior del coche.
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Cambio del filtro del polen
Además de todos los consejos de arriba, cambiar el filtro del polen regularmente, como mÃnimo una vez al año, resulta imprescindible. Se trata de un tamiz que, principalmente, impide la entrada de polen, ácaros y partÃculas contaminantes al habitáculo, pero de manera secundaria también evita la acumulación de polvo, que es sobre el que se forma el vaho que empaña los cristales.
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El filtro del polen atrapa en su interior las partÃculas de hasta un micrón, entre las que se encuentran todos los tipos de polen, pero también el polvo y la inmensa mayorÃa de las bacterias. Cuando se satura, este tamiz reduce notablemente la ventilación y capacidad de renovación de aire del sistema de climatización. Pero lo peor es que cuando la suciedad empieza a acumularse en los conductos, también lo hace la humedad y, con ella, los cultivos de hongos y bacterias. Por eso en muchos coches huele tan mal nada más encender el aire acondicionado. EvÃtalo siguiendo estos pasos:
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1. Busca ubicación del filtro de polen en el libro de mantenimiento: en cada coche, va en un sitio distinto. Como en el de la imagen, el más frecuente suele ser detrás de la guantera.
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2. Retira todas las piezas que te estorben: quita toda la tornillerÃa, carcasas de plástico y toberas de ventilación que no te permitan alcanzar el filtro del habitáculo con cierta comodidad.
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3. Retira el viejo filtro de polen; no lo arrojes a la basura normal. Debe reciclarse junto -como papel- y siempre sustituirse por uno especÃfico del fabricante de tu coche o lo más probable es que ni entre en el hueco.
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4. Antes de montar el nuevo filtro del polen, pon el aire acondicionado en recirculación y vierte por completo el contenido de un aerosol desinfectante para limpiar el circuito.
 Por: Vicente Cano
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 Aquà tienes cómo cambiar los filtros del coche.